La poesía no puede ser explicada, de serlo termina en el campo del ensayo.

jueves, 20 de agosto de 2009

La poesía como refugio

La poesía como refugio JesRICART

La poesía es el arte de la sutilidad. Un lugar para el escondite de las teorías que quedan a la espera de ser científicamente demostradas o socialmente asumibles.
El debate ensayístico termina por atenuar la radicalidad de la confrontación. Eso lo consigue por la vía del entendimiento de los mecanismos de las posturas enfrentadas. Ello termina por tener como resultado una cierta justificación de los errores creídos y que han dominado y destrozado épocas. La poesía, por el contrario, se mantiene en sus sentencias irreductibles. La poesía de la valentía que no se deja comprar es el contrapunto con el que combinar la dedicación intelectual al análisis desde la prosa metódica. En esta hay demasiados argumentos en juego y datos manejados como para que el compromiso de autor quede un tanto tras el biombo mientras que en aquella cada verso es una consigna, cada estrofa una lanza.
Describir es algo que constituye la actividad vital que me ha tomado y toma más tiempo en mi existencia. Puede resultar una empresa descabellada y aventurada cuando está condenada a no ser recibida de un modo directo por mucha gente, especialmente cuando el trabajo de autor es de zapa clandestina y de náufrago teórico. Si el ensayo es para especialistas en materia o para estudiantes de áreas de investigación determinadas la poesía es para huir de los holocaustos de las ideas, o de la quema de brujos enredados en sus sortilegios. La poesía es un refugio tanto para quien la hace como para quien la lee, que en realidad la sigue rehaciendo aunque parta de una idea ajena. Escribirla o dedicar un tiempo personal a hacerlo es ya una actitud vital. El mundo es lo que es en función de las comprensiones previas. El mundo es la representación schopenhaueriana que cada observador hace dentro de sí. Con Miguel de Unamuno se puede afirmar “el modo de comprensión brota del sentimiento respecto a la vida”. Comprendo, es decir racionalizo a los demás y encajo las circunstancias según la cuerda emocional con la que sintonizo o no con todo ello.
La razón viene a construir alegatos sobre la pasión. O incluso la razón viene a justificar la sinrazón si es preciso cuando el empuje de adhesión al deseo de conquista de lo que sea lo pueda justificar. Esa dependencia de la comprensión con respecto a la sentimentalidad no da resultados psíquicos estables. El propio Unamuno se hizo con una fama de sujeto atormentado[1] e impresentable en sus argumentos más viscerales que políticos frente al tema de las nacionalidades.
La vida es un encuentro con los discursos. En algunos casos, una práctica para la voracidad de las letras. Sin embargo, la vida es corta y el saber es mucho por no decir infinito. Con Andrés Trapiello tal como recoge en Indicios[2], la vida es demasiado corta como para tener tiempo de leerlo todo, por eso - añade- que a menudo solo nos podemos fiar de los indicios. Lo que él ha detectado en el campo de la literatura sucede en cualquier otro de acceso. Las posibilidades objetivas siempre son superiores a las subjetivas y eso emplaza a una discriminación selectiva que puede errar y, de hecho, sistemáticamente, sucumbe a la equivocación. La poesía está ligada presuntamente a lo romántico, aunque conviene prevenir a sus hacedores y a sus seguidores que no estás exenta de malentendidos, batallas rivales y sobre todo, narcisistas superegoicos que sacrifican todo contenido a sus egos. Richard Cardwell, hispanista, sostiene las características arcaizantes del pensamiento romántico y modernista catalán, fenómenos extensivos a otros países europeos.
La poesía es también un ritual para acariciar el sentido final de la vida cuando deja de serlo, y así, en cierta manera desdramatizar la muerte. Es así que se puede acudir a distintos registros: el de la ficción con demostrativos o el de la ficción imaginaria. Carlos Castaneda[3], todavía está en el pairo entre lo uno y lo otro. Don Juan Matus, su personaje principal o su maestro, según se mire, es el brujo que le enseñó la asunción de responsabilidad del sentido de la muerte. La poesía permite de soslayo la crítica, el grito y la opinión desde un fortín privado que no pide audiencia ni pasa por la censura. Todo el mundo tiene algo que opinar también los que tradicionalmente esgrimían la antiopinión, el revés, el gag. Heinrich Boll, nobel de literatura, escribió Opiniones de un payaso. Las opiniones del poeta posiblemente tienen más de antiopinión que de ensayo analítico. El arte no admite razones. No hay nada más contra-elocuente que dar con un guía museístico o de una galería, explicando el sentir de los creadores ante cada cuadro o un profesor de literatura explicando el contenido de un poema, o incluso peor, un poeta tratándose de explicar a sí mismo. Lo uno, la obra hecha es objeto de consideración, a veces de culto, (también de rechazo o desprecio o indiferencia) de otros. En todo caso es un objeto. Lo otro (la tentativa de auto-explicación) es contra-poesía. Es como tratar de explicar el deseo o la ética, son hechos concurrentes, es la misma vida. A lo sumo lo único que es, sería dable explicar es el sentido críptico, hermético, agazapado en una palabra o una frase, o la relación de ellas con la biografía sentimental del autor.
La poesía es el refugio desde el que te vas haciendo fuerte – o así lo crees- protegido de los bombardeos del afuera. Posiblemente lo único que pretende el inconsciente del hacedor de poemas es ser reconocido en su verdad sentimental, y por ella, ser identificado en su singularidad. Es un proyecto de facto mitad empresa mitad quimera que se lo podrían haber evitado de haber tenido infancias gozosas completamente liberadas y ricas en enseñanzas y afectos. Antonio Gala[4]” sostiene que los niños que, en sus primeros tres años, tengan más contacto físico con sus madres gozan de una inmunidad más fuerte. En nuestra cultura donde existen límites de distancia para todo, incluso para hacer el amor, los niños también son segregados del contacto exponiéndoles así a riesgos de enfermedades. La poesía, que despunta en la primera adolescencia, en la pubertad aún no terminada, podría ser un antídoto para otros déficits sentimentales. Lo que se empieza entonces tal vez no se concluya nunca: el poeta anda tras el poema nunca del todo alcanzado. “el hombre es perfectible: un proyecto nunca concluido del todo”[5]. A veces al creer en proyectos se piensa en grandes epopeyas, en resultados sonoros, o en premios de resonancia concedidos. Nada de eso, posiblemente el proyecto humano mas envidiable es el contacto del tú a tú en cada situación concreta y en cada persona con la que te comunicas. Desgraciadamente “las vías de la piel han perdido frecuentadores”. Desafortunadamente la praxis de la poesía se ve propia del idealismo y de una cursillería. A veces dentro de sus seguidores, quien la elogia lo hace por principio y no por entenderla en sus términos concretos y ocultos. Raramente alguien te llama para comentarte un poema en su estructura, su forma y su mensaje. A lo sumo lo hará por una alabanza en general. La poesía es refugio por partida doble: es el taller imaginario en el que construir un texto autodefensivo y auto expresivo y es el lugar de retiro desde el que no tener que dar explicaciones a nadie sobre nada. Es un contrasentido, puesto que un poema carga con la misión de representar a quien lo hizo, sólo que para otro contexto, en el que no necesariamente habrá de estar.
[1] lo que no le ha quitado sus admiradores en el terreno de la investigación de su obra o amado por devotas como por la poetisa argentina Delfina Molina.
[2] Magazine la vanguardia ,oct 1999
[3] Antropólogo,nacido en Perú o Brasil rip 72a.por cáncer de hígado.Nació parece ser en el dia de navidad. Viajero por la realidad alucinada. Enigmático gurú de la experimentación con alucinógenos. Autor de Viaje a Ixtlán, El arte de ensoñar, el segundo anillo de poder.
[4] Galardonado con la medalla de oro al mérito en Bellas Artes 1997.
[5]La vida táctil, el país semanal VI97

sábado, 9 de mayo de 2009

Polisínton en la Enredadera.(Episodio 6)

Polisínton en la enredadera. Jes RICART
La catarsis tiene esto: te subes a la parra y luego no sabes bajar. Tampoco hay nadie por las inmediaciones para que te arrime una escalera. Fui el otro día a recoger el finiquito a la empresa. Debo ser una de las pocas personas que en tiempos de precariedad laboral y crisis financiera haya decidido abandonar su trabajo por cuenta propia. Ni siquiera pedido simular un despido forzado o sea que el monto de la paga se vivo bastante más reducida. Esta ha sido la última paga que he cobrado en mi vida. A partir de ahora, la incógnita. No volveré a venderme a ningún otro postor por cuantiosa que fuera su oferta. En el trabajo el par de compañeras con las que compartíamos ratos de charlas no entendían mi decisión.
-¿Estás segura de lo que haces? Te arrepentirás –me dijo una-
-Más vale pájaro en mano que ciento volando. Este trabajo tampoco está tan mal, te limitas a cumplirlo, dedicas tus horas diarias y tienes tu paga con la que hacer lo que realmente te guste.-dijo la otra-
-Tengo la sensación que basta una pequeña parte del día haciendo algo en contra de ti misma para que el resto del día quede manchado y estéril.-dije yo-
-¡eres demasiado remilgada chica! Este mundo es para vivirlo en la impureza.-dijo la primera-
-No podemos elegir, nos toca trabajar y formar parte de la cadena –dijo la segunda-
-Vosotras lo tenéis más claro que yo. Creo que este mundo es para que cada cual viva su vida y no la de los demás –dije yo-
-Si no quieres trabajar nunca más ¿de qué vas a comer? Terminarás de indigente pidiendo limosna. -o lo que es peor te dedicarás a la mala vida.
-¡Ah! ¿Pero entonces me espera una vida peor que la que llevo aquí? –pregunté irónicamente-
-Quiero vivir todos los papeles, ser indigente en un comedor social o tener que dormir en una pensión de mala muerte no es algo que me asuste. Cuantos más escenarios de la vida visite y por más roles pase más aprenderé y me divertiré.
-¿Y cuando no tengas nada, absolutamente nada? –Preguntó la más dramática de las dos- ¡Seguro que acudirás a amigos y familiares! –sentenció-.
-No estés tan segura. He dicho que quiero vivir todos los personajes, si uno de ellos pasa por el del miserable pues lo viviré, lo que no voy a hacer es ir a buscar la bolsa de agua caliente a casa de mamá para mi jergón frío ahí donde lo tenga. Además eres muy exagerada. Nadie se hace rico trabajando con un salario paupérrimo para pagar los gastos de supervivencia. Sobrevivir lo tengo asegurado. E incluso más: también viviré, porque ahora experimento por primera vez las ganas de hacerlo. Hasta ahora me había visto a mi misma como un figurín más en el reparto de papeles, incluso como militante de distintos ismos.
Callaron. Me dieron por perdida. La gente cuando no quiere entrar en confrontación sonríe y cambia de tema. Como nos habíamos ido a comer juntas, la última comida, (no las volvería a ver nunca ms, salvo que la ley probabilística de la calle nos volviera a hacer encontrarnos) el resto de la conversación giró sobre películas, vestidos y sus parejas respectivas. Se podría decir que éramos amigas. La gente tiene distintos círculos de relación. Tiene cuatro espacios fundamentales: el familiar de origen, el del grupo de amigos, el del grupo de su ámbito profesional y por supuesto el de mayor intimidad que es el de pareja o el de parejas que puede dar lugar a su propia familia, últimamente nuclear o minusculizada.
Nos despedimos con besos y abrazos deseándonos lo mejor y con las frases clicheadas substitutorias de los adioses deseando otra reunión. Para ese momento yo tan solo podía sospechar el alcance trágico de mi intuición en referencia a que la gente no cree las palabras que dice y solo las dice para enmascarar silencios. Por el momento sé que los grupos de relación estable: parejas, compañeros de trabajo, vecinos, el grupo de salida y de excursiones, son en realidad formas de parapetarse para no seguir investigando. He vivido engañada creyendo que los humanos eran más listos y sobre todo más seguros de sí mismos. No lo son, yo tampoco he sido la excepción. He dado por válidos los predicados que me enseñaron. Fui víctima del ambiente como todos. Creí que solo había una manera de vivir ahora sé que se puede vivir de múltiples maneras. Sé que la gente tiene miedo de recuperar su libertad porque sospecha y o sin razón que no sabría que hacer con ella. Los jubilados se morían prematuramente por esta razón. Cualquiera que pierde o es forzado a perder su función social o la que sea, enferma y fenece. Las mujeres contraen cánceres porque no pueden ser madres, reproductoras o buenas esposas. Los hombres se infartan porque quieren dar el do de pecho y que no se diga de ellos que no se mantuvieron firmes en el puesto de combate hasta el último momento. ¿A quién le importa si fuiste héroe? A los muchachos, a nuestros hombres, a los que lo fueron, a los que lo serán, a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros ligues, novios, esposos, amantes, colegas tenemos que decirles que paren ya de machadas, que no demuestre nada, que no nos protejan que no nos traten como agujeritos volante y punto, que la seducción es otra cosa. Si se comportan con naturalidad encontrarán sintonías, si van de eróticos salidos o protectores, apaga y vámonos. En cuanto a las mujeres hace un tiempo creía que tenían que dejar de ser monotemáticas con sus prendas de vestir y sus peluquerías, en cuanto a las más progres que la liberación de la mujer no era tanto su liberación del hombre como de sí mismas, de sus tonterías y alienaciones. Si hurgas en una mujer que quiere ser madre por encima de todo encuentras una de esclava, una esclava de su predicado, de sí misma, esperándole una agenda de servidumbre. Ahora veo las cosas de manera distinta. Cada sujeto es parte protagonista de su esclavitud .Hace de presa del cazador con red. Se presta a ser esa figura. De hecho el esclavo piensa que solo hay dos roles biográficos posibles: ser cazador o ser cazado. Olvida que tanto el uno como el otro es víctima de este esquema. El uno tal vez sea pobre de remate toda la vida y el otro rico, de remate ídem, toda su vida, pero ambos perseguirán sus zanahorias, el uno comerá menos que el otro, pero ninguno de los dos se librará de su espejismo. Hay una tercera vía, que decían los socialistas democráticos en Checoslovaquia y en Italia y que yo he adaptado a mi conveniencia: la de no tener ningún objetivo social, ni el de la riqueza ni el de la liberación. Me excuso, diré que no hay mas liberación que la que una consigue para sí misma dejando sus terquedades conceptuales. No hay estado, ni partido ni movimiento ni revolución (ahora sí que estoy en plena polisíndeton efervescente) que te liberen si tú no eres capaz de decir no a lo falso, a la mentira social, al otro de pacotilla. Todo se resume a trocar la aquiescencia dominante con lo que no nos gusta por un no inequívoco, claro, resonante, definitivo.
A mis amigas de la empresa les pedí que no me olvidaran pero les aseguré que si nos reencontráramos o coincidíamos alguna vez no me reconocerían.

martes, 3 de marzo de 2009

Belleza y vejez

Copyright jesusricart@hotmail.com
La Vejez ante el espejo.
Escenario minimalista. Una mujer ante su espejo. Un álbum de fotos que sirve como recurso para irlo repasando. Un poster con una de ellas a la edad de los 20.
Esta es la historia monologada de un personaje a partir de sus 70años cumplidos. Atrezo: una actriz con un camisón liso de tirantes, sin sujetador ni bragas debajo o tal vez con ellos, descalza. Un taburete, un espejo mural o de cuerpo entero.
Focos: luces de fondo, focos desde el suelo con haces diagonalizados.
Monólogo. Reflexión en voz alta.
Juego escénico: striptease de una septo u octogenaria ante sí misma y el público. Observado partes de sí misma. La gesticulación puede ser llevada hasta las caricias auto insinuadas o hasta la masturbación misma. El tono general no tiene nada que ver con el auto desprecio ni con la falta de cariño no por el peso del aislamiento sino solamente con la evidencia del paso del tiempo.
El final de la representación puede quedar en el equívoco: la protagonista puede dormir, meditar en su quietud o tomar una pócima para morir. El texto es de balance pero también lo puede ser de despedida y fin.

¿Cuando empieza el final? Me pregunto la clásica pregunta subjetivista. ¿Acaso sé cuando empezó el principio? Oí decir que el tiempo no existe solo existen los relojes y los calendarios. El final no existe, solo existe el final de uno. Incluso los cosmólogos hablan del multiuniverso y dudan que el big band fuera el comienzo de todo. Pero yo me pregunto por el final de mi misma. No me importa nada más, ¡bueno sí! quiero lo mejor para mis hijos y nietos pero ellos quedan lejos de esta aflicción, a su debido tiempo pensaran en lo mismo. ¿Cuándo empezó la decrepitud? Ya no creo en la vida, tampoco en mí. Antes podía contar con mi cuerpo, la fuerza de mi belleza me hacia radiante, admirada, única. Me decían que estupenda eres, que bonita, qué maravillosa. Sé que muchas de mis amigas secretamente ambicionaban tener mi belleza, incluso mis hijas. Siempre he sido un poco narcisista y a mí me apetecía comprobar esos signos de admiración aunque por otra parte también deseaba que llegara el día e que pasara desapercibida. En realidad siempre he dado la nota y ahora que soy mayor sigo encontrándome con miradas libidinosas, también de chicos que podrían ser mis hijos.
Por una parte habían criticado mi liberalismo por haber tratado con muchos hombres, sobre todo desde que me divorcié, por otro lado lo envidiaban porque yo no me he privado ningún placer. Las personas más rabiosas llegaron a tratarme de puta, mis propios hijos no entendieron nunca mis relaciones con varios amantes pero fueron discretos y las aceptaron. Mis hermanas tampoco, me trataban como la loca de la familia, Loca, sí, loca por querer ser yo. La vida por muy larga que sea es una lucha entre tú y el otro, también entre tú y entre quienes te quieren. Pero no acaba aquí la cosa, es una lucha contigo misma, entre tus sueños y tus posibilidades, entre tus sentimientos y tu razón.
Todavía doy guerra pero ya no es como antes. Empiezo a tener un poco de vergüenza de mis formas caídas, de mis repliegues, de la celulitis, mi pubis tiene los pelos blancos y no me lo tiño, la sexualidad tampoco es lo importante. En cierta manera toda la vida he estado esperando y preparándome para este momento. Cuando era una mujer exuberante estaba harta de que los hombres se fijaran e mis tetas y e mi culo priorizándolos a mi cara y a mis ojos. Me sentía portadora de un cuerpazo por el que era deseada más que por mí misma.
Nunca he tenido muy clara la diferencia entre mi anatomía y yo ¿Dónde termina el cuerpo y donde empieza la persona? Es una pregunta retórica soy mi cuerpo tan pronto desaparezca desapareceré yo. Creo que la vida debería ser vivida a término previsto sin querer prolongarla a toda costad dirigiéndola hacia una meta inexistente. No hay una cita maravillosa con el final solo hay un final. De hecho no empieza, sucede. Y cuando ha sucedido ya no estás para preguntarte que ocurrió. ¡Oh naturaleza! ¿Cuándo me buscarás para volver a ti? Quiero volver a ser cenizas, fango,..Átomos dispersos que se repartan por las plantas y por los suelos. Pero ¡qué tonterías estoy diciendo! yo no tengo memoria de haber sido todo esto alguna vez, tan solo lo poetizo, y científicamente debe ser cierto pero no sé exactamente cómo se producen estas transformaciones.
Bueno tampoco estoy tan mal. De espaldas nadie diría que tengo esa edad y mis ojos no están todavía apagados. Miro la vida de frete, miro a la gente directamente a los ojos, encaro los problemas y me divierto hasta dónde puedo. Lo que recuerdo de mis primeros recuerdos es que a la vida se venía a ser feliz, eso tenía carácter de decreto, a gozarla de la mejor manera posible. Pues bien, creo que lo he hecho. He conseguido mis propósitos, he amamantado y criado mis descendientes los he visto crecer y posicionarse aunque ahora ya son adultos y tenemos vidas muy diferentes. He vivido cada uno de mis años con el máximo de placer sin atormentarme por tantas desgracias mundanas y por tanta gente que no ha sabido alcanzar el suyo.
Me destaqué dentro del feminismo y de la radicalidad. Propugné el amor libre y la recolocación de otro rol para la mujer en la sociedad moderna. Asisto con horror como algunos muchachos no han entendido la lección y siguen matando a sus parejas porque no les permiten sus sentimientos reales o que los rechacen.
La vida es una combinación complicada de adhesiones y rechazos. Ni gustas a todos el mundo o todos te llega a querer ni tú puedes querer a todos. A pesar de que yo no he tenido problemas en este sentido: siempre he tenido más admiradores de los que he necesitado y mi belleza me ha dado el poder de decir no a los solicitantes que no me han apetecido. También he tenido muchas admiradoras, amigas que con su proximidad hacia a mi esperaban experimentar lo que se sentía con la belleza que yo aportaba y de la que ellas no disponían.
He sido muy, muy guapa. Todavía lo soy. Cuando pasa tiempo y me encuentro con antigua gente conocida tiene la necesidad de repetir sus piropos, yo dejo que me adulen. En la atalaya desde la que estoy debería saber el significado de vivir y disfrutar, el sentido mismo de la existencia. Existir era hacer una vida de acuerdo con lo que creías. Ya lo he hecho. Si bien el mudo no está mejor ahora que cuando nací, está peor; he sacado partido de él todo lo que he podido: he viajado, he conocido mundo, he tenido mis aventuras, he probado los platos mas exquisitos de la sensualidad, he orgasmado todo lo que he podido, he sido muy fértil tanto por los hijos que he tenido como por los proyectos que he realizado: he escrito mis ideas, cantado mis versos, me he enamorado. He sido y soy una enamorada de la vida. También me he enamorado de mi misma. Estoy muy contenta con lo que he tenido, con lo que he hecho, con lo que soy, pero no quisiera repetir todo eso. No quiero ser eterna. Me basta estar en la memoria de unas cuantas personas que me quieran y queme sobrevivan, tampoco por mucho tiempo, no quiero invadir el pensamiento de nadie. Sabía que llegaría un día en que tendría miedo a mirar mi cuerpo al desnudo, comprobar su lenta pero inflexible degradación. Pero hay algo peor que eso examinar una biografía y no encontrar nada relevante. He sido original no he sido el clon de nadie y quien quiera que fuese que me quiso doblegar a su imagen y semejanza.
Ahora que estoy en ello no siento nada especial. No cambiaria mi edad por ninguna otra, no quisiera volver a pasar por todo lo que he pasado, no querría volver a nacer (espero que los reencarnacionistas no tengan razón). No quiero ir a ningún cielo a hacer la papanatas infinitizándome. Soy terrena y limitada. He tenido mi vida `plena, no puedo quejarme. He sufrido las dosis indispensables para aprender, a partir de cierto momento ya no pude sufrir más. Viví las cosas tal como veían dadas.
El final empieza cuando uno mismo quiere poner fin a lo que sea, a si mismo también. El fin es ahora si no voy a seguir respirado o mañana cuando mi cuerpo diga basta. La libertad es la de elegir en eso también. Una sociedad ideal admitiría la eutanasia voluntaria sin necesidad de estar en coma o con daños neuronales irreversibles. Sería aquella en que quien tuviera su vida colmada la diera por terminada. Eso ya lo sabía cuando era pletórica en mi adolescencia, ahora no hago más que confirmar una verdad desde siempre reconocida.
En un balance para una misma no hay engaños que vengan a disfrazarlo. ¿Qué es la vida sino una imagen en un espejo? ¿Qué soy yo sino todos mis hechos en parte recuerdos y en parte olvidos? ¿Qué ha significado vivir sino demorar la conclusión de ahora desde siempre intuida? Vivir es una larga preparación para el deterioro, para la despedida de toda estética. Vivir es un intervalo entre una oscuridad y otra. También es la ilusión de serlo todo, gozarlo, navegar por las sensaciones y la materia, probar los néctares de la lujuria y hasta los elixires de la lozanía permanente. Ahora que soy piel arrugada y marcada por las señales de lo que me parece una larga existencia también soy memoria y biografía, más pasado que presente que no necesita transmitirse. Que cada cual llegue a los aprendizajes que busque. Mi cuerpo es más sabio que yo misma y está buscando ya la salida. No hay balance definitivo, no hay nota, o hay veredicto, no hay nada que me espere salvo la tierra que me llama.

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