La poesía no puede ser explicada, de serlo termina en el campo del ensayo.

viernes, 17 de septiembre de 2010

.Balbuceos (de Micropoética de Jes Ricart)

Tras la resaca de una vida de sueños se despierta en la misma realidad e contra la que nos rebeláramos medio siglo atrás, eso sí, incomparablemente más sofisticada.

Me persuades con tu grito de oradora combativa. ¡De acuerdo, no callemos! ¿aún si cuando al no callar herimos a quien no quiere oírnos? ¿aún cuando desde el lenguaje no conseguimos expresar todo lo que somos?

Necesito una ninfa fiestera que me dé el mapa de sus hendiduras para resucitar en su clima ardiente, puedo prometer y prometo que cuidaré del entorno con sumo gusto y mimo a cambio de ser devuelto a la existencia de hombre calmado.

Entonces, ¿qué idioma elegimos para hablar? todo son signos y en cada uno podemos declarar lo que nos falta oír y entender. Podemos hablar el lenguaje de las palabras y el de las manos, con las bocas de los versos y con las caricias de los dedos.

Ni siquiera los interrogantes tienen ya carácter de pregunta. Una pregunta para que lo sea tiene qué especificar lo que pregunta. Si de lo que se trata es de incomprensión el signo adecuado es el de la exclamación que demuestra perplejidad, sorpresa, descolocación o desazón.

Dejaré de hablar porque las palabras son vacuas y he oído que se las lleva el viento, dejaré de hablar porque cada frase puede ser una fuente de conflicto, dejaré de hablar apostando por una epistemología del silencio, dejaré de hablar para fluir desde el enigma, dejaré de hablar porque solo lo puedo hacer con una dosis excesiva de fantasía y al dejar de hacerlo me arriesgo a dejar de ser yo, al callar permitiré los adjetivos del miedo, al callar creerán que me desdigo de mi poesía anterior, al callar me haré tumba y pasado.

¿Dónde puedo conseguir una maniquí a tamaño natural que me de la compañía de la imagen aunque sea sin la boca de los besos ni las manos de las caricias?

Si a mi alma -que no sé si la tengo o no tengo noticia exactamente de lo que es- le hubiera sido dado a elegir en qué sexo humano hubiera preferido reencarnarse (que tampoco tengo tan claro que las almas, si las hay, anden perdiendo el tiempo queriéndose reencarnar) habría respondido que en el de mujer. La mujer tiene una panorámica holística y una capacidad logística muy superiores al hombre. Por si eso no es suficiente permanece en atalayas desde las que domina el horizonte y espera que los varoniles, ansiosos de sus formas y dulzuras, las escalen para ofrecerse como aspirantes a su amor. Las mujeres elegís por quienes ser amadas y por quienes no. La mujer es la que limita la gestión de la pasión mientras que el hombre queda relegado al rol melifluo de la persistencia.

Me he tumbado en los lechos de los prados, me he bañado en los suelos de los ríos, he retozado como cuando niño chapoteaba en los charcos de barro, me he fundido con los olores de la tierra mojada, he mezclado mi sudor con el de una figura inmediata, me he revuelto en la hojarasca del otoño y de los helechos. He formado parte de fragancias olvidando mi gravidez y materia, he ignorado mis límites. Sigo sin despertar de mis sueños.

Aceptaría sin escepticismos mujer loba que me llevara a sus bosques, que me arrullara con su ulular de cada noche, que me dentellara convenientemente como corresponde a una fiera, que me diera su calor y su leche, aunque todo eso solo durara lo que va de una luna nueva a una llena. Aceptaría correr su suerte por las razias de cazadores y las trampas que nos cortaran los pasos. Viviría en su cueva en la tierra, recorrería su tiempo oliendo su cuerpo, me haría su consorte en la naturaleza y dejaría que me comiera para desaparecer en su vientre.

Recibidos tus abrazos. Las coordenadas físicas (espacio y lugar, día y hora) para la praxis del cariño pasan por la cuerda floja del funámbulo.

Tenme como reserva o complemento si el arquitecto de tu memoria no acude a la cita o te abandona temprano, invítame a la mirada de tu cielo para despeinarnos revolcados en un suelo de hierba dejando pasar el ulular de la noche y la confidencia de nuestros anhelos.

Pienso que el mundo anda de mal en peor pero también pienso que yo sobro en él. Francamente, cuanto más vivo menos cuadra el sentido existencial. Formar parte del proceso de existencialidad es a ratos brillante y a ratos penoso pero el resultado final es un balance de placeres y desgracias que no se puede cambalachear por nada con nadie.

¿ Dices que es bello lo que escribo? la belleza eres tú y es un orgullo que aprecies lo que escribo.

Una mirada clara , sostenida y directa, no puede incluir ninguna trampa. Si me dedicas una estaré a salvo contigo.

Rediseñando la figura y el fondo, el paisaje y su andante, el mensaje y el soporte, el sujeto y su yo. Reconceptuando el arte, no el que se expone en las galerías sino el que se pide humildemente prestado de la naturaleza para trasladarlo a los escenarios performánticos. Revisando la soberbia humana para recolocarlo en su puesto de observador extasiado ante la belleza del cosmos y de sus magias.

Si estás planeando amarme recuerda que el amor espera del otro aquello a lo que no puede corresponder y le pide lo que no puede dar, por eso sus tentativas se convierten en transacciones en las que se mide el quantum de energía invertida para verse compensada con réditos, si no es así se trueca en odio. Por eso, la inclusión y la exclusión son prácticas tan conexas y combinadas que clava a los amantes en los laberintos de sus dudas.

Dando por descontado que el error más grande es el de nacer (no en un planeta como éste si no en una sociedad como ésta a la que tener que soportar toda la vida sin poderla cambiar) una vez asumido se puede hacer de la biografía un viaje de aventura continua en el que encontrar las experiencias más extraordinarias. Eso es una paradoja: cuando lo has perdido todo es cuando tienes las mejores condiciones para encontrarlo y apreciarlo todo.Espolla4ago2010

Nací en la geografía hispana, en el nordeste para más señas, me bañé en olores y colores, amé la tierra mientras la cataba chapoteando en el fango mis juegos de niño. Había sido archivado en el registro civil con un nombre del santoral y a su debido momento controlado por un estado como ciudadano de pleno derecho -se me dijo-, en un país de folclore estupendo, bellezas naturales impresionantes, mujeres que quitaban el aliento y de entuertos irresueltos. Después de todo esto me subscribí a la única patria que reconozco: la de las letras, sin banderas ni conquistas de guerras.

¿Las palabras nos defienden o nos defendemos con palabras contra otras? ¿Aprendimos el lenguaje o el lenguaje nos constituyó antes de aprender? Somos signos que suenan y por si fuera poco hablan, e incluso dicen, y transmiten sentimientos convirtiéndose en actos. Desde que sé que soy una fuente de palabras vengo dando de beber a quienes me eligen para calmar su austeridad mientras mis canteras se llenan con la bebida de tantas otras palabras que todavía no me han saciado.

Cuando oigo decir de alguien que todavía cree en las personas pregunto ¿Entonces a qué viene tanta desconfianza en tus ideas y hábitos? No, es difícil creer en la gente como una baluarte o promesa de futuro cuando la especie en bloque se las ingenia para destruir su planeta hábitat y a sí misma.

Si necesitas un duende para recoser tus redes neuronales no dejes de avisar, si necesitas un amante reciclado rescátame del tacho de la basura, si necesitas un compañero de conversaciones animatorias o un clown para parodias también podemos citarnos en el lado oscuro del satélite de los lunáticos. En serio, cuídate, el futuro necesita una justiciera.

Seguramente has volado y vuelas pero no me consta que te hayas colado por mi ventana y guardado mi sueño y poseerme mientras estaba durmiendo. Hay muchos sitios a los que se puede volar y tu vuelo no pasaba por las coordenadas de mi noche. Si tus alas cansadas necesitan reposo o tu cueva bandolera y encharcada necesita descanso recuérdame como un punto de sosiego para abrazarte. Tras tu reposo te haré de sparring para que vuelvas a lanzar tu poder de fémina a los cuatro mundos en los que hallar enamorados que te visiten uno a uno dejándote como una escultura ensalivada y fresca.

No sé de ningún hablante que pudiera decirlo todo ahorrando vocabulario ¿tú sí? El silencio verbal, -al que todos los hablantes terminan por acogerse más tarde o más temprano-, está en proceso de estudio ya que supuestamente se tienen todos los significados para hablarlo todo pero aún así se fracasa al intentarlo. Puesto que las tentativas comunicativas fallidas tanto en el campo de los expertos de la palabra como de sus inexpertos son numerosas, el temor a seguir hablando existe y se multiplica. Hay tanto más temor a hacerlo cuanta más inhibición personal a priori existiera.

Todo lo que sucede compone el paisaje que contemplo y ante cuyas extraordinarias virtudes suelo callar desde la humildad. De lo que me llega, a mis ojos y a mis entrañas, opino de lo que estoy seguro; de lo que no, me demoro para hacerlo. De algunas cosas he callado para siempre. Estoy en la defensa del decir y por otro lado en la tesitura taoísta de la no intervención. Todo es pasaje y suceso y yo me tengo por observador desde una vigilancia tranquila. Como que lo uno invita a la implicación critica y al cambio y lo otro al sosiego y la no injerencia mi contradicción está asegurada. En cuanto la desarme lo publicaré por los altoparlantes que me presten.

Sigo escribiendo poesía después de muchos libros que ya doy por concluidos. Me repito ahora después de mis verdades andadas lo que ya sospeché de adolescente antes de andarlas. Todavía ahora, cuando viajo, trato de no olvidar uno u otro cuaderno manuscrito en mi equipaje, en el que apunto imputs visionarios entre ratos de espera o enlaces de trayectos. Con mi nómina de musas esperando reactualizarse experimento una caída de mi energía imaginativa y compruebo con pena mis repeticiones temáticas. Sácame de mi impasse y busquemos juntos el reino de las guerrerías donde no se claudique por nada.

Sigo creyendo en las palabras por mucho que las discuta en retóricas ajenas o no se me entiendan en la propia. Seguiré proponiéndolas como ensayos de la forma que encriptan mensajes por los que doy la vida y que me prevalecerán tras la muerte. Me tomé en serio la acción del verbo que hizo del barro un hombre encarnando aspiraciones y saberes.

Necesito aliada plástica con la que cotejar frecuentemente trabajos artísticos en campos de coincidencias. Una cómplice cocreativa, con la que consultarse mutuamente y confidenciar los hallazgos teóricos o las investigaciones de la forma, me vendría muy bien para dejar de perderme en el laberinto de pasadizos surcados a lo largo de mi biografía de topo.

No quiero nada de ti si no has descubierto lo que busco. Paloma, vuela paloma; no quiero nada de ti, aunque seas el cuadro de mi vestíbulo que significó en algún tiempo paz y dulzura. No quiero nada de ti, ya me has dado lo que tienes. Paloma, sigue volando paloma. No quiero nada de ti, de tus alas tomo noto y seguiré aprendiendo con tu estela que ya está lejos.

No hay comentarios:

Datos personales