La poesía no puede ser explicada, de serlo termina en el campo del ensayo.

martes, 28 de septiembre de 2010

Los derechos de las mayorías y de las minorías

. Democracia: los derechos de las mayorías y de las minorías.JesRICART (de Campos de Discusión s.XXI)

La divisoria entre mayorías y minorías obedece casi siempre a una presunción intencionalista mientras no haya un estudio de campo riguroso que las demuestre. El miedo clásico a las convocatorias de referéndum para votar una independencia es un indicador de la inseguridad de esa percepción. En las autonomías españolas que no se les permite poner a prueba quien es mayoría en su seno hay un miedo a la supuesta desmembración de la estructura del país y su pérdida de puesto en el ranking de las economías mundiales. Como el futuro pasa por una Europa más fuerte y mejor organizada va a ser cada región y nacionalidad la que se coordine con Bruselas sin que eso tenga porque hundir a sus geografías de pertenencia. La historia política conocida es la de una continua negociación con los límites fronterizos de los países. No hay razones para pensar que el trazado de rallas actuales es el definitivo.

La demografía catalana del 2010 es bastante diferente a la de 1977. Está por ver si la mayoría de su población electoral activa está(ria) por la independencia. Lo que es evidente es que esta independencia total de España siguiendo con sus compromisos con Europa, favorecería también al españolismo en sus tierras por una razón elemental: su nivel de vida, sus recursos y su calidad crecerían enormemente por no decir espectacularmente.

Las democracias instauradas de las que se tiene conocimiento nunca han dejado de ser pseudodemocracias que quedaron en su pretensión integral. También una primeriza concepción democrático-griega dejaba fuera de los espacios no solo de decisión sino también de conversación (el ágora) a sectores marginados. Sigue siendo así. Determinadas edades y sectores inmigrantes quedan fuera de las bases electorales . A la democracia parlamentaria, con un sistema de delegaciones artificioso, se contrapuso la democracia de la acción directa, la consejista y proconsejista, como alternativa. Esa es la idea: colocar en la realidad social las fuentes de iniciativas de doble proyección: las propuestas de aplicación in situ para la mejora colectiva y las propuestas para llevarlas a una coordinación centralizada que las implemente a escalas regionales o geográficamente gigantescas. Lo que es calculable y asumible a escala local se complica enormemente a escala general precisando de muchos niveles intermedios de delegación. Una democracia efectiva sin una burocracia funcionarial que la operativice se hace difícil de concebir por ahora y es conocido el peligro de toda democracia. Desde el primer tradeunionismo se viene conociendo ese fenómeno de la profesionalización en la representación de los intereses colectivos. Por otra parte la democracia directa no suprimirá las mayorías y las minorías. Lo que hará o podría hacer es exponerlas en sus verdades. Una sociedad idílica totalmente consensuada en todo, es un interesante argumento literario. Las realidades futuras que esperan seguirán pasando por escisiones e intereses distintos.

El concepto de mayoría, a diferencia del de minoría, no está tan claro lo que convierte el factor de cantidad, esencial para la fuerza de los acontecimientos, en un dato indeterminado y en una garantía difusa. La necesidad subjetiva de contar con una mayoría remite a la necesidad de un amparo, el presupuesto de una fuerza con el significante de que sea un contrapoder para cambiar la realidad social. Sin descartar esta perspectiva pero sin dejar de reconocer el factor psíquico para tenerla como fundamental, entre el yo de un ahora y el yo potencial de un futuro de ventajas con nuevos decretos para la libertad existencial suele pasar toda una vida. ¿qué se supone que se tiene qué hacer en ella: justificar sus déficits con arreglo a los déficits colectivos? o ¿vivirla en la práctica con los ideales adaptados al yo creativo, con o sin consentimiento de la mayoría? El problema del sujeto revolucionario que así quiere serlo como individuo es que choca con su inmediatez contextual incluyendo con los hermanos de clase (eufemismo poético)que se demoran por generaciones en ser el sujeto histórico que sepa administrar el futuro de mejor manera. A diferencia de un ambiente maziniano-anarquista junto a la figura de Giusepe Garibaldi las coyunturas que se van sucediendo de apoliticidad y de descrédito de las clases políticas (las oficiales con cargo y sueldo y las no oficializadas en el interregno entre la clandestinidad y la no intervención estatista) carecen de entusiasmo y de liderazgos, de apuestas fiables y de organizaciones de lucha útiles. La mayoría se convierte en el factor de amparo tanto para el individuo discreto que no sabe qué hacer con su vida de estar solo como para cada partido rival en un panorama de pluripolíticas. Un dirigente de CiU(partido conservador nacionalista catalán) cifra en un 60% el potencial mínimo electoral para votar la independencia para Catalunya. De suceder así esa mayoría ficticia se labraría un futuro de problemas por el hecho concurrencial de otra mayoría (aunque menor) opuesta. Europa entera está escindida en mayorías de signos muy diferentes alejando considerablemente la tesis de la mayoría social unida para preparar unas condiciones para un mundo sin clases. Las clases no se configuran por y para sí sino que vienen determinadas y configuradas por sus lugares de poder y gestión en las relaciones de producción y consumo. Dentro de ellas son los individuos –no todos- que las componen los que adquieren conciencia de sujetos para sí y evolucionan de sus posiciones partida siendo transfugácicos unos e interclasistas otros. El individuo en su evolución se ve en cuantiosas tesituras de enfrentamiento a la sociedad, al otro, a la mayoría, a su clase de origen y a su clase de adopción.

Teniendo en cuenta el origen de la especie humana (algo que el propio C.Darwin tardó un tiempo en publicar por las susceptibilidades que esa teoría iba a herir) todo encuentro de hablantes en torno a un espacio de palabras( para tratar de dilucidar el sentido de algo) es un gran acto de cooperación humana. A fin de cuentas, los humanos somos monos tratando de ser humanos. Sin embargo la escena plácida del intercambio fluido de ideas sin acudir a los machetes o a las dentelladas, para cortar las voces que no gustan, no significa que las posibilidad lingüística de reconocimiento de los significados de las palabras (lo cual eso ya es un éxito)se traduzca en la posibilidad de acuerdo de todos los significantes en juego. Ahí donde hay dos hablantes concediéndose la escucha recíproca (lo cual es otro éxito) hay multitud de diferencias conceptuales dadas por distintos enfoques del pensamiento y sensorialidades. La experiencia de cada cual no se limita a aquello de lo que se habla sino al mismo acto de transmisión de lo hablado. El lujo de la verbalidad y del despliegue de conocimientos, siendo factores de suma importancia, no garantizan ni la entente discursiva ni aun menos la alianza solida para un después. ¿entonces qué explica los acuerdos entre seguidores de una teoría dada? Estructuras piramidales de grados distintos de complicidad según los eslabones a falta de algo mejor. Desde las teorías más densas de las que nos valemos a las consignas más coyunturalistas que seguimos. las uniones son puntos momentáneos de convergencia de los que se guarda una distancia –a menudo callada- de divergencia. La máxima satisfactoriedad de una teoría es aquella de la que se sabe que es un instrumento válido para llegar a otra que la supere siendo ésta más fiable. Las ideas críticas nos sirven para representarnos el mundo y no dotan de una actitud de desafío para vivirlo sin pasar por sus dramas y penurias en la medida de lo posible.

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