La poesía no puede ser explicada, de serlo termina en el campo del ensayo.

domingo, 26 de septiembre de 2010

La responsabilidad de sujeto

. La Responsabilidad de sujeto. (notas)

Del sentimiento de culpa se apropió la religión para manipular la vulnerabilidad del individuo y convertirlo en adepto de creencias dogmáticas pero no se trata de un artefacto de manufactura ideológica sino de una excrecencia del aparato psíquico. La culpa es la manifestación de una responsabilidad no cumplida. Es la verificación de una conexión causal con un efecto equivocado. Sentirse culpable de algo es responsabilizarse de lo que se ha ocasionado con daños directos o colaterales para los otros y para uno mismo. Un hipotético ser humano liberado totalmente de sus servidumbres, dramas y traumas no experimentaría culpa alguna en una realidad objetiva facilitadora de la felicidad y el equilibrio. (No sé de prototipos en proceso que lo sustenten por ahora).Paradójicamente esa hipótesis guarda una concomitancia con el individuo psicopático, despreocupado y desresponsabilizado por todo que no se reconoce como causal de males producidos. El tema bipolariza una lucha contradictoria: por un lado el procedimiento antitraumático pide la desculpabilización progresiva por falsas responsabilidades de hechos luctuosos; de otro, nos tocas emplazarnos como sujetos a la responsabilidad privada e insubstituible de cada cual para cambiar la parte de mundo que nos compete. La responsabilidad íntegra incluye la culpa relativa.

Si todos los hombres y mujeres hubieran renunciado a la inalcanzabilidad -así estimada- la historia no hubiera evolucionado un solo paso. No podemos permitirnos el error de confundir la ignorancia fanática con el idealismo de la utopía, inversión indispensable para convertir el futuro que nos espere en el resultado de las voluntades que se esfuercen por conseguirlo.

Las discusiones de carácter personal tienen espacios de discreción donde hacerlas (correo particular o enlace telefónico),trasladarlas a un espacio público abierto a otras lecturas que no tienen porque interesarles los trapos sucios ajenos, ya da cuenta de la pulsión que hay detrás. Hay quien necesita hacer crecer en solitario su propia bola de nieve no parándola de rodar en una pendiente que no encuentra su final. Cuando se necesita hablar de antagonismos e irrenconciliaciones y declaraciones de enemistad unilaterales debe tener más que ver con la autopunición que no con los deseos reconstructivos de las situaciones, ni siquiera con la voluntad de dotarlas de explicaciones elementales. Del otro no cuento tanto con su empatía e identificación como con su valor participativo en la conciencia colectiva ante los hechos de la vida, sean los que sean.

En la aproximación a una biografía (en un análisis autobiográfico también) las listas clasificatorias para todo que enlisten los ítemes de ideas y actos, de elecciones y retiradas, de alianzas y oposiciones…son un instrumento proverbial para el autoconocimiento y por añadidura un recurso psicoterapéutico muy eficaz. Es la manera grafica de evidenciar las categorías mentales y conductuales en las que se mueve un sujeto. Si utiliza el instrumento honestamente se enfrentará a sus hechos por un lado y a sus interpretaciones por otro. Dentro de este segundo grupo la auto transparencia le revelará sus fantasmas. En ese autoconocimiento la propensión a la herida sentimental habrá que distinguirla del factor objetivamente ponderable que la pudiera ocasionar pero que sin embargo no lo ha hecho. Hay, entre otras, dos maneras de caerse en el vacío: una lanzándose a voluntad desde una altura considerable para estrellarse en un suelo no acolchado y otra dando un traspiés y atribuyendo que se resbala a causa de una sombra que te ha empujado.

El alud de comentarios-protesta a un desagradable articulo contra Cher es una razón de peso para que Yahoo, que tiene a su autora ,que se hace llamar soy Fashion Victim, como comentarista fija se replantee la relación contractual que tiene con ella. Esa autora, una tal Anna, Anna ¿qué? (primer apellido, segundo apellido y número de dni, por favor, para denunciarla en el juzgado de guardia más próximo) tiene un itinerario de hipercrítica a las figuras de la galería de celebrities. Es un estilo que se da en una clase de periodismo (peri.. qué)y no faltan las orlas que se reúnen para hablar de lo que otros llevan puesto o de lo que hacen. Es que no hay temas más importantes de los qué hablar. Es posible que Yahoo no se plantee sus espacios gráficos por importancia cultural sino por el numero de clics que generan y el valor de circulación que alcance como plataforma de publicidad. Tener a alguien para comentar como visten los demás y dárselas de experto/a en estilística ajena y no solo eso, dedicarse a pontificar sobre su vida, es bastante grave: es la institucionalización del cinismo en grado sumo. Su falta de deontología y el uso del teclado para malmeter a las personas (no ajustándose a las propias normas en cuanto a hacer comentarios respetuosos) son razones sobradas para darle una patada al culo a la autora boicoteándola para no leerla en nada mas si persiste en ese estilo.

La revolución de sujeto es la que sitúa el sujeto revolucionario a escala individuada. Es el concepto que lo desclasa para que no viva tras el amparo del grupo. Lo que no hagan o hagan los demás no reemplaza lo que uno debe hacer por y para sí y como consecuencia proyectado extensivamente a todos. Pone la evolución en la cualificación individual no en la fuerza de la cantidad. La insistencia en continuar declarando a una clase como el proletariado, en si misma obsoleta y desclasada, como sujeto revolucionario, es confundir su potencialidad del siglo XIX y mitad del XX con una profecía misionera de carácter dogmático. Lo que más sobresale del proletariado (entiéndase la clase obrera de las industrias y la fuerza de trabajo más manualista) es su emulación de la vida pequeño-burguesa. Otro aspecto muy destacable es su escisión interna entre los trabajadores con puestos asegurados y los que –por inmigración o paro forzoso- no los tienen. Mientras el mundo del trabajo asalariado (también los sectores autónomos y autopatronos) prioriza el trabajo y las entradas de dinero, las iniciativas creativas y de emancipación del sistema se han desplazado a otros sectores culturalmente más preparados y económicamente no tan dependientes. La resistencia reconocer el fin del sujeto revolucionario tradicional, el de la clase interesada en subvertir el orden, es que la teoría de la lucha de clases se viene abajo y toca buscar una concepción nueva que la reemplaza o tape su vacío.

El hecho de que la sociología pusiera el énfasis de los cambios pendientes en los grandes movimientos de masas y en las directivas de poder de obligado cumplimiento hizo que se dejaran pasar los años y las décadas sin implementar en el campo de cada uno sus cambios radicales como persona. El individuo de espíritu rebelde, permanentemente posicionado en contra del sistema y a la vez siguiendo como cómplice a través de su trabajo y de su consumo de ese sistema, se alejaba en lugar de acercarse a la prerrogativa revolucionaria. Lo revolucionario es la deconstrucción de antiguos esquemas y hábitos al nivel que pueda ser: por de pronto el individual y más adelante, si las circunstancias lo permiten, espacios numéricamente superiores. En estos momentos los encontronazos de los distintos movimientos sociales demuestran la inexistencia de un bloque unitario capaz de cambiar la realidad productiva y económica en lo esencial del mundo. Al contrario, los localismos y sectorialismos hacen retroceder aun más la conciencia internacionalista.

El perfil del individuo diluido demora para sí su constitución en sujeto creativo. Sigue el vaivén de los acontecimientos desde la adaptación, o sea su dilución. Se apunta a la gran coartada mental que lo pretende justificar todo: la culpa es de los demás. Psicológicamente se tiende a buscar un malo para la película social. En el análisis de la sociología marxista se pone la conciencia individual en función de la socialización del individuo (su inserción en panoramas masificados: barrios y centros de trabajo). Lo cierto es que el individualismo no es menos creciente por el hecho de que haya más vida de calle o mas intra-actos de clase (visítense las calles africanas o los distritos europeos de alta inmigración africana). El individuo que se escuda en el otro acepta su deformidad personal a cambio de no asumir su responsabilidad. Mientras esta se la ratio entre cada uno y los demás, los procesos de conciencia seguirán siendo escasamente insinuativos.

La responsabilidad insustituible de cada persona empieza por el descubrimiento y autogestión de sus potencialidades. Así como uno no es responsable de la cara que tiene pero sí de la que pone, uno no lo es del cuadro circunstancial en el que nace pero sí del modo de intervenir en él y del modo irónico o dramático con que se toma los avatares que le tocan. El énfasis en el sujeto recoge una resonancia de la teoría del superhéroe de Nietzsche de la que se dejó influenciar Alfred Adler. Gustave Le Bon, por su parte, estableció la ecuación Masa=concepto agresivo y peyorativo. Sus tesis interpretativas de la psicología de las masas fueron confirmadas por el propagandismo nazi posterior. Teorías: sugestión (influencia de la masa), contagio: modelo epidemiológico y negación de la conducta del sujeto. La responsabilidad individual es un fenómeno estudiado que se comprueba como disminuye en situaciones de grupo. El elogio de las masas en rebeldía también lo es de un gran festejo de sensorialidad impulsiva y desbordante con déficit de organización y eficacia. Las interacciones en los espacios colectivos inciden en la proyección de la psicología individual alterando la autoafirmación de la personalidad. Goffman. considera la psicología social como una representación teatral donde el modo de desempeño es mayor al contenido siendo aquél una fuente de satisfacción o conflicto. William James examinó el hábito como gran volante de la sociedad que mantiene la unión de todos dentro de los límites del orden o de un orden. Como catalogador de instintos (1890), el individuo aislado sólo sería su yo como actuador y pensante diferente del yo-resultado de la interacción con los demás. Hay una serie de males de densidad implícitos a la aglomeración poblacional ni natural ni buscada con cordura aunque Atman con su modelo de privacidad (1975) consideró que el hacinamiento es un estado psicológico y está más en la mente que en la realidad, lo que no significa que no lo esté en ésta. Lefebvre propuso una teoría de la alienación humana que impide la realización como persona sino es con la pérdida de un pasado. Opina que el valor psicosocial está en el revisionismo heterodoxo del marxismo por la contradicción que mantiene con la vida cotidiana: centro real de la praxis y nivel de vida privada. Vio en modernidad como autocrítica del hecho sociológico moderno y su germen de autodestrucción. Una sociedad libre sin la restitución del sujeto individual como su unidad fundamental reconstructiva es inconcebible. Esto si bien no tiene porque pasar por la totalidad de individuos alcanzando la conciencia (por siglos probablemente habrá una parte de la especie que seguirá nadando en la mediocridad) sí necesitará de un porcentaje que consiga la suficiente fuerza para remotorizar la historia de los acontecimientos.

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